¡Cada día señala el comienzo a una nueva etapa del trabajo ya iniciado!
Acuérdate de agradecer al Padre las ganas de descanso que te concedió y prepárate para las tareas que te han confiado con alegría y buena voluntad.
Da gracias, también por el trabajo que te proporciona el pan de cada día, e intenta realizarlo del mejor modo posible.
El trabajo bien hecho nos da la alegría.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.